lunes, 3 de enero de 2011

La fiesta y la algarabia es una tradición de los quiteños

Quito es una ciudad de tradiciones. Aquí se funden la herencia cultural de las comunidades ancestrales con las que llegaron junto con los españoles. Eso se ve reflejado, por ejemplo, en la celebración del Día de Difuntos, el 2 de noviembre.

Mientras las iglesias se llenan de feligreses que piden por las almas de los que ya no están, los cementerios reciben a quienes hacen una vigilia junto a las tumbas de sus seres queridos. Beben colada morada, llevan comida, y entre cantos, oraciones y flores, recuerdan en comunidad a los que partieron.

En las fiestas decembrinas, Quito se llena de alegría. Las leyendas de ‘La casa 1028’, o ‘El Padre Almeida’ se cuentan de nuevo, al son de pasacalles en honor a La Carita de Dios. En esta época, los jóvenes muestran sus dotes musicales y de baile en desfiles estudiantiles. Grandes y chicos trabajan en carros alegóricos para representar a la ciudad en sus distintas facetas. El año pasado se realizaron 487 actos para celebrar a la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario